El gran desafío de beber agua
Por la complexión física que caracteriza a las jirafas, no es difícil imaginar el desafío que implica para estos animales el beber agua. Cuando una jirafa encuentra el sitio del cual saciar su sed, debe extender sus patas de lado a lado y, de una forma más que decorosa, estirar su cuello hacia abajo en un ángulo perfecto y a su vez, estar muy alertas a cualquier peligro. En esta posición tan peculiar, las jirafas quedan vulnerables a un ataque, por ejemplo, de cocodrilos, haciendo que el simple hecho de beber agua sea todo un verdadero desafío.
La velocidad de las jirafas
También por la forma de su cuerpo, su andar y sus características taxonómicas en general, inevitablemente, nos parece que estos animales tienen un andar torpe y extravagante. Sin embargo, las apariencias engañan, y las jirafas tienen distintos métodos para movilizarse de un lado a otro, sea lento o rápido. Lo cierto es que con sus largas patas, las jirafas pueden correr a una increíble velocidad de más de 55 km/h, avanzando 4.5 m por cada paso. En un paseo normal, una jirafa tiene una media de 16 km/h.
Algo que también llama mucho nuestra atención en las jirafas es su curiosa boca. Por ejemplo, ¿sabías que la lengua de las jirafas mide 50 cm? Es decir, ¡medio metro de lengua! ¿Y tú creías que tu suegra era una lengua larga? En fin, por otro lado también está el curioso color que tiene este órgano en las jirafas, una mezcla de negro, verde oscuro y azul. Estas oscuras tonalidades le permiten proteger su lengua de las quemaduras del Sol, la cual utiliza para muchísimas cosas (sería el equivalente de la trompa en los elefantes). Con su larga y musculosa lengua, las jirafas se limpian los oídos, la nariz y atrapan todo tipo de cosas.
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